A LA COMUNIDAD LOF VICENTE CATRUNAO PINCEN

“La raiz es más importante que la flor.” Armando Tejada Gomez

El Domingo 30 de Junio del 2019 fue un dia muy significativo para mi. La Comunidad Lof Vicente Catrunao Pincén me invitó a formar parte de éste grupo, de esta Comunidad diversa y urbana. Lamentablemente también fue un momento muy difícil para la Comunidad por la pérdida de su Lonco Luis Eduardo Pincén, el 14 de Junio, a quien solo tuve la grata oportunidad de conocer una vez. Esa vez fue el año pasado, 10 de Junio del 2018. Quien iba a decir que al año ya no estuviera físicamente con nosotros. Su espíritu, sin embargo, está muy presente en sus hijos y en cada miembro de la Comunidad.

La invitación a formar parte de la Comunidad en realidad ocurrió el año pasado. Mi amiga de toda la vida, Maria Beatriz del Rio (Rankulche, su nombre indígena, Maria Rosa Carripilón), integrante de la Comunidad, fue la que me invitó a la reunión donde la Comunidad muy amablemente me conocierón y me dierón la bienvenida.

Maria Rosa Carripilón con Cristina en Leubucó, Santa Rosa, Argentina, Junio 2019

Maria Rosa Carripilón con Cristina en Leubucó, Santa Rosa, Argentina, Junio 2019

Desde ese entonces, la Comunidad ha sufrido no solo la pérdida del Lonco pero también la del estimado antropólogo y autor, Carlos Martínez Sarasola, en Mayo del 2018, quien lamentablemente quedé pendiente en conocer. Estos dos amigos dejan la Comunidad con un gran vacío pero con legados muy importantes.

Lo significativo de esta aceptación de la Comunidad para mi tiene todo que ver con mi identidad y la compleja realidad de tener un pie en dos países, de ser Latina y confrontar la discriminación en eeuu y ser una norteamericana en Argentina.

Nací en estados unidos de madre Argentina y padre norteamericano, tengo doble cuidadanía. Por cuestiones de temas personales yo me pegue mas a la familia de mi mamá siempre viajando a ver a mi adorada abuela y a mi querida tía. Complete el 2º grado de la primaria y el 2º año de la secundaria en la escuela, Almirante Guillermo Brown en Haedo.  Con tiempo lo fuí conociendo a mi abuelo, Agustín Cornejo, por su música y por papeles que me quedaron. Aprendí que mi abuelo se identificaba como indígena Huarpe de San Juan. A mi abuelo no lo conocí porque falleció un día antes de que llegáramos a la Argentina para que me conozca, yo tenía casi 2 años de edad.

Mí abuelo fue el orgullo de la familia. Como compositor y guitarrista, él fue contratado en Nueva York por Carlos Gardel. Participó como actor y músico en El Tango en Broadway, Cuesta Abajo y El Dia Que Me Quieras, filmados en los Kaufman Studios en Queens, Nueva York. Yo sin darme cuenta estaba siguiendo sus pasos. Estudie cine en la Universidad de Nueva York, dedicándome al cine independiente para contar historias que aporten algo a la humanidad.

Queriendo saber mas sobre mi abuelo leí todas las notas escritas sobre él y sus entrevistas. Una nota en El Tribuna de San Juan el 4 de Junio de 1949 habla de que él fue;

“…de espíritu inquieto, dentro de la aparente timidez que aún lo distingue, desde muy niño tuvo que ganar la calle para llevar el aporte de su trabajo al modesto hogar paterno. Solo diez años y ya sabía lo que era el dolor pues perdía a sus padres y con ellos se iban para siempre las esperanzas que él había cifrado para cuando era hombre.”

Trabajando como repartidor de diarios en San Juan, a los 10 años se compró una pequeña guitarrita y ahí empezó lo que después sería una destacada carrera de músico. Dentro de estas notas mencionan sus raíces Huarpe. En una entrevista en otro diario de folklore del 1951, también se refieren a la inquietud de mi abuelo. Que los Huarpe eran un “tribu muy industriosa, pacífica” y que les “gustaban de las grandes caminatas” y que son de “espíritu andariego, trashumante y telúricamente inquietos.” El autor hizo esta comparación porque mi abuelo viajó por todo sur America hasta llegar al norte, a Nueva York, Chicago, y Boston adonde yo actualmente vivo.

Once años viajó sin conocer a sus hijas (mi mama y mi tía). Ellas tenian dos y un año de edad cuando se fue de gira y trece y doce cuando regresó después de la muerte de Gardel. No se si la comparación a los Huarpe sea correcto pero el hecho que mi abuelo hablaba sobre sus raices me trajo a esta altura de mi vida; descrubiendo mis raices a traves de su vida.

Es por eso que la aceptación de la Comunidad Lof Vicente Catrunao Pincén y también las invitaciones de la Comunidad Huarpe Cacique Colchagual de San Juan por parte de la Referente María Zalazar, son muy significativos para mi, porque me conectan a mis raices y a mis ancestros. El hecho que la espiritualidad lleva a estas Comunidades en caminos para el bien de la sociedad me atrae y me inspira. Lonco Luis Pincén dijo;

“Hay que tener memoria, hay que volver al pasado y ver y hay que prevenir. Nostros estamos en ese camino como grupo, como comunidad. No puedo hablar por todo el movimiento indígena pero nosotros hacemos este camino para recuperar nuestros mejores valores, eliminar los malos o aquellos que no son los mejores y de relacionarnos con hermanos espirituales de cualquier grupo étnico o religion con los cuales podamos articular y tratar de encontrar un mundo mejor. Lo nuestro no es folklorico en este sentido, todavía seguimos peleando.”

Lonco Luis Eduardo Pincén, Junio 2018

Lonco Luis Eduardo Pincén, Junio 2018

El legado de Lonco Luis Eduardo Pincén está en todo el trabajo que ha hecho para mejorar el mundo; trabajos para erradicar el racismo; trabajos para recuperar la identidad indígena y avanzes en la educación y cultura indîgena.

Gracias, Cristina Kotz Cornejo

Integrantes de la Comunidad Lof Vicente Catrunao Pincén, Junio 2019

Integrantes de la Comunidad Lof Vicente Catrunao Pincén, Junio 2019